Pizza y cerveza #singluten

Pizza y... para el día del padre

Una apuesta simpática y resultona para celebrarlo 

Ayer vi por facebook una imagen que me encantó, viene del blog de Kanela y Limón. Si no lo conocéis ya estáis tardando, tienen unas ideas sorprendentes muchas veces, jeje. Vi unas jarras de cerveza, día 19 de marzo... no me lo pensé dos veces. Parece sencillo, con unas pizzas caseras casa perfectamente. Así que me puse manos a la obra. 

Tengo una harina que hace mucho tiempo quería probar (bueno, he hecho un par de veces pizza ya), sin gluten como no; así que los astros me acompañaron y en un ratito tenía preparada una cena sencilla y apetecible (visualmente lo parecía... veremos si pensáis igual que yo).

Sí, ya sé que os estoy diciendo que quiero dejar atrás las panificables comerciales, pero me lo ponen difícil. Tengo dos panificables, una integral y ahora ésta, que las dejo para ocasiones en que tienes prisa, o te has quedado sin alguna harina que necesitas y justo vas ha hacer pan y zasca!!, no las tienes en la despensa!!

La entrada de hoy no tiene demasiado misterio, realmente son dos recetas que son copia, pura y dura, sin ninguna aportación personal. Pero, es que no les hacía ninguna falta, de verdad.

Para hacer la pizza he usado la receta que viene en la misma bolsa de la panificable nutrifree y para las "cervezas", tal cual lo cuentan en Kanela y Limón.

Vamos a ello, a ver que os parece. Yo repito seguro, segurísimo.

¿Os vais haciendo una idea?

El antes y después del horneado... 

ya estoy salivando...

¿Empezamos por la jarra de cerveza?

Ingredientes: 

2 sobres de gelatina con sabor a limón

2 sobrecitos de infusión (yo puse de manzana y canela) para mejorar el color

800ml agua

Elaboración:

Calentamos bastante el agua y la ponemos a infusionar con la manzana y la canela. Mientras abrimos los dos sobres de gelatina de limón, los añadimos y mezclamos bien.

Echamos la mezcla en los vasos y reservamos una cuarta parte para hacer la espuma. 

La espuma se hace cuando el líquido está frio pero aún no ha empezado a cuajar. Lo batimos bien y obtenemos una espuma blanca, que asemeja la de una buena cerveza. La tomamos en cucharadas y la ponemos encima de la mezcla de los vasos. 

Dejamos enfriar bien antes de servir (yo lo hice en el congelador porque se me tiró el tiempo encima).

Vamos ahora a la pizza

Ingredientes:

500gr harina panificable nutrifree

400ml agua

15g levadura fresca

20g aceite de oliva 

10g sal

mozarella en lonchas

parmesano en polvo

cebolla tierna

orégano

aceite 

Elaboración:

Pesamos los ingredientes y desmenuzamos la levadura encima de la harina, que tenemos en un bol. Templamos el agua y lo añadimos, vamos mezclando, añadimos la sal y el aceite. Hacemos una bola y la dejamos reposar tapada con film 30minutos.

Encendemos el horno, al máximo que nos dé, calor arriba y abajo, en mi caso a 250º. La bandeja la dejo en la parte superior, cuanto más arriba mejor.

Sobre papel de hornear estiramos la masa, que se maneja genial, pareciera que fuese glutanera... que gusto!!

Yo suelo dejar los bordes más gruesos y la parte central más fina, eso a vuestro gusto. Espolvoreo orégano sobre la masa, dispongo las lonchas de mozarella, encima la cebolla cortada a juliana bien fina, otro poco de orégano y espolvoreo de parmesano. 

Ponemos la masa en la parte inferior del horno, sin bandeja ni nada. Y la dejamos hacer unos 10 minutos o hasta que vemos que empeza a coger consistencia la masa (miramos el culo y los bordes de la pizza). 

Sacamos la masa con su papel de hornear y ahora la ponemos en la bandeja que dejamos en la parte superior del horno. Hasta que se acaba de hacer la cebolla y gratina el queso.

Sacamos, enfriamos sobre rejilla un momento y ya podemos servirla.

¿Qué os parece la parte inferior, la central y el borde?

¿Os he convencido?

Anoche tuvimos una cena sencilla donde nos reímos con la broma de la cerveza y degustamos una buena pizza y un rico postre. 

Strudel de manzana, sin gluten

Strudel de manzana, sin gluten

Buenos días, hoy voy a escribir la receta de un rollo de manzana y frutos secos originario de Alemania y Austria. Llevaba mucho tiempo con ganas de probarlo pero por causas varias no he podido ponerme a ello hasta hace unas semanas. Los amigos lo han probado y así puedo tener opiniones varias, como que si os va el dulce le pongáis trocitos de dátiles, pero si lo que queréis es el típico strudel os ciñáis a las uvas pasas y piñones como mucho en cuanto a frutos secos se refiere.

Os pongo foto, la receta y anotaciones para que lo adaptéis a vuestro paladar. Vamos a ello. 

Ingredientes:  

1 hoja de pasta de hojaldre
2 manzanas
40g azúcar 
1cda canela en polvo
40g uvas pasas 
4 dátiles troceaditos (opcional, queda bastante dulce el relleno)
8 nueces
unos pocos piñones (opcional)
4cdas galletas trituradas
50g mantequilla
ron (para hidratar las uvas pasas)


Elaboración:

Ponemos a hidratar las uvas pasas (y los dátiles si decidimos ponerlos) en un bol pequeño con ron.

Trituramos las galletas, derretimos la mantequilla en un cazo y lo mezclamos hasta ligarlo bien.

Pelamos y troceamos pequeña la manzana. La mezclamos con el azúcar y la canela. Añadimos las pasas escurridas, piñones y dátiles si lo decidimos así, y la mitad de la mezcla de las galletas con mantequilla. El resto de galletas lo reservamos.

Estiramos la masa de hojaldre bien fina, encima de papel de hornear.

Añadimos las galletas que reservamos junto a las nueces (trituradas previamente), sobre un tercio de la masa.

Encima ponemos la mezcla de la manzana, y acabamos enrollando desde el lado del relleno.

Precalentamos el horno a 210º, calor arriba y abajo.

Pintamos el rollo con huevo batido y horneamos aproximadamente unos 40 minutos a 190º de temperatura, con calor sólo abajo (para que no se nos tueste en exceso por encima).

Sacamos, espolvoreamos de azúcar moreno y dejamos enfriar sobre rejilla, aunque también podemos degustarlo tibio, como se hace originariamente.

Si os gusta con azúcar glas por encima, debemos dejar enfriar bien o ponerlo justo cuando se vaya a servir.

Pan de queso y pizza, sin gluten

Pan de queso y pizza

Hace dos meses que no publico nada, mi tiempo en la cocina se ha ralentizado. Siempre tengo algo en mente pero finalmente creo que he vuelto a hacer hueco a las recetas. No podemos tener muchas cosas en la cabeza, hace que se forme un lío monumental y no salga nada. Tengo muchas ideas, a ver si me voy poniendo poquito a poco en ellas y vais viendo resultados por aquí.

Hoy voy a poner la receta del pan de queso o pan brasileño, muy fácil de hacer, sin fermentados porque no lleva ni levadura y que necesita de muy pocos ingredientes. Veréis como es tal como os cuento...

Yo he hecho doble cantidad para poder hacer panecillos y una pizza. A mis hijas les encanta este pan y la pizza con ese sabor profundo y sutil a queso, así como que lleva pero no lleva porque no lo veo, jajajaja. Bueno, pues eso, que aprovecho la receta y ayer nos cenamos una pizza con la masa de este pan.
Todo fue tan rápido que del mediodía a la tarde, cuando hice unas fotos de la pizza, desaparecieron los 15 panecillos que hice!!! No me queda otra que repetir receta para que podáis verlos... y nosotros los oleremos... a ver si esta vez conseguimos que tarden más en desaparecer por la acción de alguna ratoncilla que tengo por aquí cerca.

Ahora os dejo imágenes de la pizza y en cuanto tenga los panecillos os los muestro.

Me podéis decir que no tiene nada distinto a cualquier otra pizza, pero si os fijáis en la masa, se nota que está tostadito por debajo y por encima hay una franja de color clarito que es lo que produce el queso. Eso sí, hay que comerla de una sentada, porque si la dejamos y calentamos queda un poco dura y el sabor pierde bastante.

Ingredientes para 15 panecillos de 50g y una pizza para cuatro. Si sólo queréis una u otra cosa, haced la mitad de la receta.

500g almidón (dulce o agrio, es indiferente) de yuca
500g queso al gusto (rallado o en polvo)
250ml leche
125ml aceite de oliva (tengo que ajustar la cantidad porque quizás sobra un poco)
3 huevos grandes o 4 medianos (2 medianos para mitad de receta)
1/2da sal


Para la elaboración, empezamos calentando en un cazo la leche, el aceite y la sal hasta que llega a hervir. 

En un bol tenemos el almidón en el que vamos echando la mezcla de leche y aceite, y mezclamos con la ayuda de una cuchara para no quemarnos.

Incorporamos los quesos hasta absorber bien el líquido y finalmente añadimos los huevos, uno a uno, poco a poco, hasta que queden bien incorporados en la masa.

Precalentamos el horno a 180ºC

Partimos la masa en dos y de una mitad formamos bolitas de 50g de peso. Las disponemos en la bandeja del horno y ya las podemos hornear, sin reposo alguno. Horneamos durante unos 25/30 minutos aproximadamente.

La otra mitad de la masa la usamos para la pizza. Extendemos la masa y ya procedemos a cubrirla con los ingredientes que nos apetezca. Yo puse base de tomate frito, mozarella, orégano, champiñones laminados, trocitos de pollo, jamón dulce y rallé queso parmigiano por encima.

Horno precalentado a 250º, introducimos la pizza y horneamos a 200ºC durante una media hora aproximadamente.


Ahora me tenéis que decir que os parece, ¿fácil o no?

Mousse blanco acaramelado

Mousse blanco acaramelado

Tenemos las fiestas navideñas asomando por la ventana y seguro que necesitaremos postres rápidos para poder preparar tranquilamente y no tener que correr antes de tantas celebraciones. 

Hoy os propongo un postre individual, que buscando por la red encontré en el blog de Flavia, muy fácil de hacer e incluso de transportar... por eso de que igual queremos aportar el dulce de una comida en casa de los abuelos, o en una cena con amigos... 

Yo los hago cuando somos muchos y nunca me ha decepcionado. Es un postre que no es empalagoso, no es muy copioso, que es muy de agradecer cuando salimos de una cena y entramos de lleno en una comida... Cuantas celebraciones hay hasta que llegue el día de reyes!!!

Ingredientes  mousse:

300g nata repostería

300g leche

200g chocolate blanco 

4 yemas huevo

25g azúcar

3 hojas grandes gelatina neutra

Agua fría (para hidratar la gelatina)

1cta extracto vainilla

Ingredientes crema de toffe:

100g azúcar

50g agua

200g nata repostería

Decoración:

Vasitos cristal 

Almendra picada

Frutos rojos desecados (yo arándanos troceaditos)

Elaboración:

Empezamos preparando la crema toffe: 

En una cazuela diluimos el azúcar en el agua (sólo mezclamos en frío, después ya no lo tocamos), calentamos a fuego muy lento. Esperamos a que burbujee y empiece a tomar el color del caramelo, pero sin dejar que se acabe de hacer porque nos facilitará el trabajo a posteriori. Es el mismo procedimiento de un almibar.

Retiramos del fuego y movemos un poco la cazuela con movimientos circulares, incorporamos la nata (a temperatura ambiente siempre). Mezclar bien, con movimientos rápidos con varillas, para que no se formen grumos. 

En el caso que no se diluya fácilmente vamos calentando a pocos y mezclando hasta conseguir que no quede ningún grumo.

Llevamos de nuevo al fuego entre 5 o 10 minutos, hasta que vemos que espesa un poquito. Removiendo siempre para que no se nos queme. 

Dejamos enfriar y ya tenemos nuestra crema toffe que si no vamos a usar, podemos guardarla en un tarro de cristal bien cerrado y se mantiene en perfectas condiciones durante una semana en el frigorífico.

Ahora vamos ya con el mousse:

Montamos bien la nata y la reservamos en la nevera.

Hidratamos la gelatina en agua muy fría.

En una cacerola mediana, vertemos la leche junto a la vainilla y las yemas. Batimos bien y lo hacemos a fuego lento. Cuando rompe el primer hervor, añadimos el chocolate troceado y la gelatina escurrida, revolvemos rápido hasta integrar bien todos los ingredientes. 

Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Ahora, con una espátula, mezclamos la nata montada y la mezcla de chocolate blanco ya fría, con movimientos envolventes.

Vertemos la mezcla en vasitos o copas y lo guardamos como mínimos 2 horas en el frigo

Presentación:

Cubrimos el mousse con una capa de almendra picada, salsa toffe y encima los frutos rojos desecados, picaditos también.

En breve haré una entrada muy especial... ya son casi dos añitos del blog, ¡¡cómo pasa el tiempo!!

Pastelitos individuales sin gluten

"Crosses", pastelitos individuales sin gluten

Quienes me seguís ya sabéis que soy castellera y mi posición en la "pinya" es la de "crossa". No solo hacemos ensayos y actuaciones, y por nuestra cuenta,  somos un grupo activo en cuanto buscar buenos momentos, montando cenas y celebraciones. Anoche tuvimos una de estas reuniones y cada una de nosotras aportaba un plato para la cena. Yo me decanté por postre... porqué será?

Me inventé un pastelito individual, con el que mis 30 compis hicieron de conejillos de indias... hay que ver cuanto me aprecian!!

Fue una cena especial en la que invitamos a otros compañeros de la colla, los "baixos" y los "contraforts". Hubieron muchísimas risas y en honor a lo bien que nos lo pasamos, mis pastelitos los quiero llamar "crosses". 

Aunque es un postre que sólo hice ayer, no tiene ninguna complicación y las partes que lo componían son muy fáciles de hacer, así que aquí lo tenéis. 

El pastelito está compuesto de dos partes: una base de genovés y una lionesa o profiterol relleno, unido todo por una lámina de dulce de membrillo.

Ingredientes genovés:

3 huevos medianos

9cdas azúcar

6cdas harina arroz

3cdas almidón maiz (maizena)

Ingredientes lionesas (o profiteroles):

150ml agua + 1 pizca sal

60g mantequilla 

90g harina panificable (proceli)

2 huevos medianos

Relleno:

250g queso philadelphia

125g dulce de leche

400g dulce de membrillo

Elaboración genovés:

Batimos, hasta triplicar volumen, los huevos con el azúcar.

Añadimos las harinas y mezclamos con espátula, con movimientos suaves y envolventes para no bajar la masa.

Precalentamos el horno a 170º, calor arriba y abajo.

Engrasamos un molde de minicupcakes y llenamos 3/4 partes de las cápsulas con la mezcla.

Horneamos a 170º, calor arriba y abajo, aproximadamente 10 minutos.

Dejamos unos minutos fuera del horno dentro del molde y, a continuación, desmoldamos y enfriamos sobre rejilla. Reservamos.

Elaboración lionesas : (receta de Mari Valcarce)  24 unidades

Disponemos el papel vegetal sobre la bandeja del horno.

Precalentamos el horno a 200º.

Ponemos el agua con un poco de sal en un cazo y calentamos. Añadimos la mantequilla troceada hasta que se deshaga. Dejamos llegar a ebullición y retiramos el cazo del fuego.

Incorporamos de golpe la harina y batimos hasta que la masa resultante se separe de las paredes del recipiente. Hacemos una bola y dejamos templar.

Una vez la masa está tibia, añadimos los huevos, de uno en uno, hasta conseguir una masa cremosa.

Metemos la masa en una manga pastelera y hacemos espirales ascendentes (montañitas) sobre el papel de hornear, humedecido previamente. 

Horneamos a 190º, 30 minutos aproximadamente o hasta que las lionesas se doren bien, para que no se nos desinflen al sacarlas.

Dejamos enfriar bien sobre rejilla antes de rellenarlas.

Elaboración relleno lionesas:

Es tan sencillo como batir el queso con el dulce de leche hasta obtener una crema uniforme.

Para rellenar las lionesas metemos la crema en una manga pastelera, con una boquilla redonda e inyectamos por la base de ésta.

Montaje del pastelito:

Ponemos el genovés dentro de cápsulas de trufas, encima cortamos láminas cuadradas de dulce de membrillo y sobre éste ponemos las lionesas rellenas. Le ponemos un palillo para unir las tres partes y espolvoreamos con azúcar glass.

Con esta cantidad de ingredientes salen aproximadamente unas 24 lionesas y unas 42 bases de genovés. Yo he repetido la receta de lionesas para conseguir 42 pastelitos. 

Aunque os he enseñado ya el corte del pastel, aquí os dejo otro corte donde se pueden ver mejor las diferentes capas. 

Panecillos desayuno, sin gluten

Panecillos dulces para desayuno

La receta de hoy es perfecta para el desayuno, tentempié de media mañana o media tarde o para preparar una merienda informal. Son panecillos blanditos y que puedes rellenar tanto de dulce o salado, aún siendo un punto dulzones.

Es una versión más de las mezclas que hacemos con una panificable y harinas protéicas, así que seguro que igual coincide con alguna que habéis probado de hacer en casa.

Estos bollitos los he hecho pensando en mi hija y también en una amiga, Ester, que por el momento tiene que comer sin gluten. Ayer se llevó dos bolsas llenos de ellos, jajajajajaja...  

Además, en breve, os enseñaré una receta dulce a partir de estos bollitos, la tengo en la cabeza hace días y no para de llamarme y llamarme, jeje.

Ingredientes:

250ml líquido (nos vale tanto la leche como el agua, lo he comprobado)

3 huevos medianos

10g levadura fresca

125g mantequilla a temperatura ambiente

1cta psyllium

400g harina panificable (Proceli)

60g harina arroz integral

20g harina trigo sarraceno

20g harina teff
70g azúcar

1cta sal

1 huevo, sustituible por mermelada de albaricoque (para pincelar)

Elaboración:

Ponemos en la cubeta de la panificadora los huevos, el líquido tibio(yo prefiero la leche, aunque se puede hacer con agua perfectamente y no cambia la textura del pan), la mantequilla y la levadura desmenuzada. 

Añadimos el psyllium y mientras pesamos las harinas se va creando un gel debido al psyllium. 

Incorporamos la mezcla de harinas, el azúcar y la sal, tamizadas previamente.

Ponemos en marcha la panificadora con el programa "exprés" que hace dos levados. Cuando empieza éste último, paramos la panificadora y dejamos reposar durante 30 minutos. Preparamos la bandeja del horno con papel vegetal. Formamos bolitas (pensad que después crecen al hornear) con las manos muy bien untadas de aceite. 

Dejamos fermentar las bolitas durante una hora generosa a temperatura ambiente, hasta que veamos que han crecido un poco de volumen. Si no lo hacen mucho no debemos preocuparnos porque al llevar psyllium crecerán durante el horneado.

Ponemos el horno a 190º y metemos los panecillos, en frío y con calor solo abajo. La bandeja algo más arriba de la mitad del horno, porque se nos puede tostar por debajo. Así los tenemos 25 minutos y después añadimos 5 minutos más con calor sólo arriba. Dejamos un par de minutos con el horno parado y cerrado.

Enfriamos en rejilla para que no se nos ablanden por debajo.

* Si queremos, podemos formar los bollitos y meterlos en tupper, los dejamos fermentar 30 minutos y los depositamos en la nevera hasta el día siguiente. Cuando los saquemos de la nevera, deben atemperarse, entre media hora y una hora, dependiendo de la temperatura de la cocina; antes de meterlos al horno.

Así nos salen unos panecillos con más cuerpo y una miga pequeñita y más regular. Ambas formas funcionan bien. A gusto de cada uno, se adaptan perfectamente a nosotros.

Hechos con leche y fermentado lento en nevera

Hechos con agua y fermentado a temperatura ambiente

Bizcocho con chocolate, sin gluten

Bizcocho con chocolate

Como pasa el tiempo... hace dos días eras peque, peque...

Hoy hemos celebrado el cumpleaños de mi celiaquita, que ya tiene 14 hermosos años. Cómo cambias por momentos... parece como cuando eras bebé, que crecías sin poder asimilar tanto cambio. Entonces se veían cambios físicos y ahora hablamos de tu belleza interna. 

Estar en familia tranquilamente, disfrutar de los que te rodean y sentirme orgullosa de tí... 

Uff que sentimental estoy yo hoy, jajajajja. Vamos a lo que vamos, la tarta.

Ha sido un día accidentado, todo ha empezado girado pero es cuestión de ponerle ganas y volverlo a poner del derecho. La tarta ha empezado del revés, se me ha bajado el bizcocho como me va suceciendo últimamente, pero le he encontrado solución, creo. Lo creéis vosotros también? espero que sí.

Es un sencillo bizcocho básico (shhhhh, que por el centro se me ha bajado totalmente) y al que he puesto encima un ganaché de chocolate negro, con la proporción 3/1 de chocolate/nata de repostería. Decorado con naranja y pera confitada y nada más, sencillito, sencillito.